Fue muy agotador encontrar a la pobre madre perra y a su hijo. Ambos estaban terriblemente bajos de peso y deshidratados. Ser una persona sin hogar…
Fue muy agotador encontrar a la pobre madre perra y a su hijo. Ambos estaban terriblemente bajos de peso y deshidratados. Al ser una familia sin hogar, nunca fueron alimentados adecuadamente.
Al no poder alimentar a su hijo, la pobre madre se encontraba en un estado tan frenético. Extremadamente intenso y angustioso lo describen. La familia indigente pudo recibir ayuda de un amable samaritano que intervino. Antes de llevarlos al veterinario, les dio de comer.
Aunque sorprendida, la veterinaria confiaba en poder ayudar a los animales. Ella infundió líquido y tónico en la vía intravenosa de la madre. Ni siquiera podía mantenerse en pie de lo débil que estaba la perra. Para recuperarse, necesitan espacio y suficientes cuidados de enfermería.
Cuando había sobras, vivían allí. Sin embargo, ahora que han sido adoptados, esta gran familia será cuidada y querida para siempre. Su madre adoptiva les da todo lo que necesitan y tienen una dieta fantástica. Cada día se recuperan.
Lleva tres meses recibiendo cuidados atentos, pero ahora está ganando peso y tiene buen aspecto. Su cachorro también se desarrolla con excelente salud. Fue posible gracias a todos y a Abrigo Animais Aumigos, por eso os damos las gracias.
A sus familiares y amigos, les pido amablemente que transmitan esto.